Con cada nueva temporada de bodas, no solo hay novias ilusionadas, también muchas invitadas que quieren verse radiantes y sentir que su maquillaje refleja quiénes son. Y es precisamente eso lo que más nos gusta de trabajar con invitadas: la posibilidad de realzar su belleza de forma personalizada, respetando su estilo y adaptándolo al tipo de evento. 

Cada invitada tiene su estilo. Por eso, antes de maquillar, siempre conversamos, escuchamos y buscamos juntas el equilibrio ideal entre elegancia, frescura y comodidad. 

Para las bodas de día, solemos recomendar acabados naturales, piel luminosa y colores suaves que acompañen la luz del sol. Trabajamos con bases ligeras que dejan respirar la piel, rubores en tonos melocotón o rosas, y sombras satinadas que aportan un toque de brillo sin exagerar. Los labios en nude, rosa o incluso un gloss sutil son aliados perfectos para este tipo de eventos. 

Cuando la boda es de noche, podemos jugar un poco más. Nos gusta proponer maquillajes con más profundidad en los ojos —un delineado, un ahumado suave, sombras con brillo o metálicas— o labios más intensos si el resto del rostro se mantiene equilibrado. Lo importante es que el maquillaje se sienta cómodo, dure muchas horas y represente a la persona que lo lleva. 

Algo que valoramos muchísimo es respetar el estilo de cada clienta. Si alguien nunca usa delineado o labial rojo, no vamos a forzarlo solo porque “queda bien”. Creemos que un buen maquillaje es aquel con el que una mujer se reconoce frente al espejo y se siente segura, no disfrazada. Nuestro objetivo siempre es que digan: “¡Soy yo, pero más guapa!”. 

Además, dedicamos especial atención a la preparación de la piel. Nos encanta usar productos que hidraten y preparen el rostro antes del maquillaje, y sellamos cada look con productos de larga duración, porque sabemos que las bodas pueden durar muchas horas —y queremos que se vean igual de bien en la primera foto como en la última canción. 

Antes de salir hacia el evento, siempre recomendamos llevar un pequeño kit de retoque: polvo compacto o papelitos matificantes, el labial del día, y si quieren, una bruma facial refrescante. No se necesita más para mantenerse impecable durante toda la celebración. 

Maquillar a invitadas nos inspira porque cada una trae su historia, su estilo y su forma de vivir la fiesta. Nos emociona formar parte de esos momentos importantes y ayudar a cada mujer a sentirse radiante, sin dejar de ser ella misma. 

Si tienes una boda próximamente y estás buscando un maquillaje pensado especialmente para ti, nos encantará conocerte. Puedes escribirnos a través de nuestro Instagram o reservar tu cita directamente en la web.